Con la situación de pandemia en la que nos encontramos son muchos los usuarios, oficinas o negocios que están planteándose instalar un sistema de ventilación o un purificador de aire que ayude a mejorar la calidad del aire de un recinto cerrado. En este artículo, se pretende profundizar en estos dos sistemas y ver qué ventajas tiene uno respecto al otro para tomar la decisión final.

¿Qué es y para qué sirve un purificador de aire?

El purificador de aire es un dispositivo cuya función es la de controlar la calidad del aire interior, la cual, puede verse afectada a menudo por agentes contaminantes externos o internos. Entendemos como agentes internos los que puedan generarse en el interior del recinto como pueden ser bacterias y/o ácaros en los objetos, electrodomésticos o cualquier equipamiento que pueda haber en el interior.

La funcionalidad del purificador, por tanto, es la de limpiar el aire de partículas nocivas quedando estas retenidas en el filtro. Existen varios tipos de purificadores:

  • Filtro HEPA: (High Efficiency Particulate Air): Filtro que dispone de una malla de fibras que en función del modelo puede variar en la composición de materiales utilizados. Se puede emplear tanto en pequeños electrodomésticos como para filtrar el aire en los aviones.
  • Filtros básicos: Generalmente intercambiables y con la posibilidad de lavarse. Suelen estar compuestos por materiales como espuma, fibra de vidrio, algodón etc.
  • Purificador de rayos ultravioleta: Sirve para filtrar bacterias, gérmenes, virus utilizando la radiación ultravioleta. 
  • Ionizador de aire: Crea iones negativos mediante un proceso en el que carga eléctricamente moléculas de los gases del aire y atraen partículas  molestas y dañinas para la salud.

¿Disponen de filtros de aire otros dispositivos?

Sí, por ejemplo los sistemas de aire acondicionado, deshumidificadores y otros sistemas de climatización cuentan con filtros intercambiables, cuyos filtros se aconseja revisar cada cierto tiempo. No obstante, en estos dispositivos dependiendo del modelo serán mejores o peores los purificadores de aire, dependerá de la eficiencia.

¿Qué diferencias existen entre un purificador de aire y un sistema de ventilación?

En primer lugar hay que destacar que la función es diferente, es decir, no podemos emplear un purificador en sustitución a un sistema de ventilación. Los sistemas de ventilación mecánica recicla el aire interior, expulsando el aire interior hacia fuera y viceversa mientras que el purificador lo que hace el filtrar partículas nocivas del aire. 

Dentro de una instalación doméstica, podemos pensar que únicamente disponemos de sistemas de ventilación mecánica como los extractores de humos de la cocina pero existen también por ejemplo los VMC de doble flujo y otros sistemas que ayudan a mejorar la calidad del aire interior y hacer el sistema más eficiente y cómodo para el usuario. 

Para las instalaciones industriales o oficinas es necesario realizar un estudio profesional para elegir de manera más óptima mediante un estudio un sistema de ventilación a medida. 

Ventajas y desventajas de los purificadores de aire:

A continuación detallamos las ventajas y desventajas de los purificadores de aire.

Ventajas

  • Produce un bienestar especialmente a personas que cuentan con alergias, asma u otras dificultades respiratorias debido a la mejora de la calidad del aire. 
  • Eliminan partículas nocivas como pueden ser las derivadas del humo a causa por ejemplo del tabaco.
  • En su gran mayoría eliminan partículas de polvo a cotas de 0,3 micrómetros.
  • Beneficia la respiración al mejorar la calidad del aire y además elimina olores, es decir, genera un entorno más saludable.

Desventajas:

  • Algunos de los purificadores no recogen todos los tipos de partículas.
  • Es necesario un mantenimiento de los dispositivos, en especial, los que producen ozono o iones. De no realizar un correcto mantenimiento podemos estar generando un entorno negativo para la salud.
  • Los purificadores de aire tienen la capacidad de limpiar el aire de un determinado espacio con un determinado número de metros cuadrados. Si la estancia es muy grande los rendimientos comienzan a disminuir o incluso poder llegar a ser ineficaces.